Secuestran a una familia gitana y pagan $ 170 mil por su rescate

Se trató del quinto secuestro múltiple perpetrado en Capital Federal en menos de un mes. Investigan a un grupo delictivo que estaría detrás de estos hechos dadas sus similitudes en la forma de actuar
Un hombre, su hijo de dos años y una mujer, todos de la comunidad gitana, fueron secuestrados por cinco delincuentes armados en el barrio porteño de Vélez Sarsfield quienes comenzaron pidiendo un millón de pesos de rescate y los liberaron en forma escalonada hasta el pago de 170.000 pesos, informaron fuentes policiales.



Al igual que en el secuestro múltiple de siete personas que anteayer se conoció en un country de la localidad bonaerense de Tristán Suárez, en este caso los captores también liberaron a un hombre para que se encargue de juntar el dinero del rescate, mientras que a la mujer la dejaron en el barrio Villa General Mitre y la última víctima en ser liberada fue el niño, al que abandonaron en una calle del partido de Tres de Febrero, en el noroeste del conurbano.

Los investigadores de la Policía Federal Argentina (PFA) a cargo del caso sospechan que el hecho pudo haber sido cometido por una banda que desde hace unos meses se dedica a secuestrar a personas de la comunidad gitana.
Además, este hecho es el quinto secuestro extorsivo múltiple -con un total de 17 víctimas-, ocurrido en el ámbito de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires en menos de un mes.

El episodio comenzó cerca de las 23.30 de la noche en la avenida Juan B. Justo al 7700, cuando los delincuentes aparecieron en un auto Volkswagen Voyage y se llevaron cautivas a las víctimas, identificadas como Ricardo Adams (35), su hijo de dos años y Perla Joanu (30).

Desde una ventana de su casa, en el cruce de las avenidas Chivilcoy y Juan B. Justo, Adams prefirió ayer por la tarde no dar detalles del secuestro.
"Gracias, gracias, pero no quiero hablar de nada. Para mí ya está, ya pasó", dijo la víctima a un cronista de Télam que pudo observar que el hombre tenía un golpe en uno de sus ojos.

El secuestro fue presenciado por la hermana de Adams, quien fue la encargada de hacer la denuncia en la comisaría 43 de la Policía Federal de la ciudad.

La mujer contó que los delincuentes eran cinco, que cuatro de ellos abordaron el auto de su hermano, un Volkswagen Golf blanco, y que el quinto cómplice huyó en el Voyage en el que había llegado la banda.

Las autoridades de la comisaría 43 de inmediato le dieron intervención a sus compañeros de la División Operativa Central (ex Antisecuestros) de la PFA y al fiscal federal en turno en la Capital Federal, Juan Pedro Zoni.

Una fuente de la investigación aseguró que los captores comenzaron pidiendo un millón de pesos por la liberación de las víctimas y que realizaron los primeros llamados extorsivos a un familiar de Adams que vive en el barrio porteño de Flores, en jurisdicción de la comisaría 50.

Mientras los detectives antisecuestros entrevistaban a la testigo y denunciante, a la comisaría 43 llegó Adams, quien había sido liberado por la propia banda para que se encargara de ir a juntar el dinero del rescate.

"Es una nueva modalidad de 'autopago' que estamos notando en este tipo de secuestros cortos en el que capturan a más de una víctima. Los delincuentes liberan a uno para no correr riesgos y que se encargue de ir a buscar el rescate, mientras mantienen privada de la libertad a otra persona", dijo a Télam un investigador policial.

Mientras Adams juntaba el dinero y negociaba con los captores para intentar reducir el monto, la mujer fue liberada a las 2 de la madrugada en la esquina de las avenidas Juan B. Justo y Boyacá, en el barrio porteño de Villa General Mitre.

Los captores se quedaron con el niño como única víctima, redujeron sus pretensiones y acordaron recibir por parte de Adams unos 170.000 pesos por la liberación de su hijo.

Según las fuentes, el pago del rescate -que estuvo monitoreado por efectivos de antisecuestros- se realizó en las inmediaciones del bingo del barrio porteño de Liniers.

Luego de la entrega del dinero, la PFA apostó personal en distintos hospitales de la zona ante la sospecha que allí podría ser abandonado el niño, pero lo cierto es que a las 3 fue dejado por los secuestradores en plena calle, en la localidad bonaerense de Sáenz Peña.

Fuentes de la policía bonaerense explicaron a Télam que fueron los vecinos del lugar quienes asistieron al niño y llamaron a la comisaría de la zona. Tratan de ubicar a los responsables del secuestro.
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