Alarma en Río de Janeiro por el grave atraso en las obras

La crisis política y económica golpea muy fuerte a las debilitadas cuentas brasileñas que afectan la organización de los Juegos Olímpicos de 2016 en el que se evidencia un importante atraso en las obras que no llegarán en tiempo y forma al mes de agosto.


Las autoridades municipales y regionales de Río de Janeiro ya intervinieron en varias oportunidades para cambiar a las constructoras responsables por las obras o reforzarlas con la contratación de nuevas empresas para garantizar que todo esté listo a tiempo.

Esta vez, por detrás del incumplimiento por parte de las empresas está la sombra de la crisis económica que sacude a Brasil y golpea las finanzas de gobiernos regionales y municipales y del sector privado, según informó en cable de la agencia de noticias DPA.

El último caso de intervención estatal ocurrió con las obras del Velódromo Olímpico, que recibirá las pruebas de ciclismo de pista y es la obra más atrasada de todas las previstas para el evento, que se realizará entre el 5 y el 21 de agosto.

En las últimas semanas, la Empresa Municipal de Urbanización (Riourbe) determinó la incorporación de la empresa Engetécnica para reforzar los trabajos de Tecnosolo, que se había comprometido a tener lista la obra a fines de 2015, según reveló DPA.

Tecnosolo venció en 2013 la licitación para construir la arena olímpica, pero no consiguió cumplir con los plazos establecidos porque atraviesa una crisis financiera y está en intervención judicial desde 2012.

El costo del velódromo está estimado en cerca de 140 millones de reales (unos 35 millones de dólares). Localizado en el lujoso Parque Olímpico, la obra formará parte del Centro Olímpico de Entrenamiento (COT, por sus siglas en portugués), en el que podrán entrenar atletas de alto rendimiento.

Los atrasos hacen temer a la Unión Ciclista Internacional (UCI) que no se llegue a tiempo para realizar el ya aplazado evento de prueba, previsto en principio para el 18, 19 y 20 de marzo, y reagendado para el 29 y 30 de abril, y el 1 de mayo.

Lo mismo sucedió en los últimos meses con las obras del Centro Olímpico de Tenis, del Centro Olímpico de Hipismo y del estadio de la laguna Rodrigo de Freitas, donde se realizarán las competiciones de remo y canoa. También se produjeron atrasos en las obras de movilidad urbana, el legado que el alcalde de Río, Eduardo Paes, y el gobernador del estado, Luiz Fernando Pezao, prometieron a la población. Fue lo que sucedió con la empresa EIT Engenharia, responsable por las obras vinculadas al Autobús de Tránsito Rápido (BRT, por sus siglas en inglés) y retirada del proyecto no solo por los atrasos, sino porque además los trabajos llegaron a ser paralizados por problemas financieros de la empresa.

EIT ganó en 2014 una licitación para construir un corredor de autobuses considerado clave para que resulte exitoso el plan de transporte terrestre previsto para agilizar el tránsito durante los Juegos. Ante el incumplimiento, la alcaldía informó que la empresa será sustituida por la Globo Engenharia, que ya asumió los trabajos. La obra está valuada en cerca de 115 millones de reales (unos 28,7 millones de dólares) que invirtió la alcaldía con financiación del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).

Según el portal de noticias "UOL", la alcaldía dijo que los pagos fueron regularizados, pero aún así la constructora no retomó los trabajos en el ritmo esperado. Por esa razón, fue contratada mediante un sistema especial -sin licitación- la empresa Dimensional. Se espera que la obra, que está completada en un 80 por ciento, sea concluida en dos meses.
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