Sarampión: ascienden a 144 los casos confirmados y crece la preocupación por el brote en Buenos Aires


El sarampión es una enfermedad viral cuyos síntomas iniciales incluyen fiebre alta, rinorrea o congestión nasal, conjuntivitis bilateral y lesiones puntiformes blanquecinas ubicadas en el paladar (manchas de Koplit) durante los primeros diez días. Luego, aparece un exantema centrífugo que comienza en la cara y se extiende gradualmente al resto del cuerpo.




El período de contagio se prolonga hasta 3 a 4 días luego de que ha aparecido el exantema. Cerca del 30% de los casos de sarampión, en especial los menores de 5 años y los mayores de 20 años, presentan una o más complicaciones. Entre las más graves, ceguera, encefalitis, diarrea que puede llevar a la deshidratación o disnea con neumonía.

De acuerdo a lo postulado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), “el sarampión es muy contagioso y se propaga cuando una persona infectada tose o estornuda”. Asimismo, especifican que “se trata de un virus altamente contagioso que vive en las mucosidades de la nariz y la garganta de una persona infectada, y que puede propagarse a los demás a través de la tos y los estornudos. Además, el virus del sarampión puede vivir por hasta dos horas en el aire donde una persona infectada haya tosido o estornudado”.

Si otras personas respiran el aire contaminado o tocan la superficie infectada y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca, pueden contraer la infección. Es tan contagioso que, si una persona tiene la enfermedad, el 90 % de las personas que estén cerca de ella y que no tengan inmunidad también se infectarán.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 30 y 40 millones de personas contrajeron sarampión en el año 2000, y hubo 777.000 decesos. Además, entre 2000 y 2017, la vacunación contra el sarampión disminuyó la cifra de defunciones en un 80% en todo el mundo.




El sarampión es una enfermedad viral cuyos síntomas iniciales incluyen fiebre alta, rinorrea o congestión nasal, conjuntivitis bilateral y lesiones puntiformes blanquecinas ubicadas en el paladar (manchas de Koplit) durante los primeros diez días. Luego, aparece un exantema centrífugo que comienza en la cara y se extiende gradualmente al resto del cuerpo (Shutterstock)

Recomendaciones a la población

Toda la población debe verificar y completar su esquema de vacunación de acuerdo a su edad y consultar de forma inmediata ante la presencia de fiebre y erupción cutánea.

Siguen vigentes las siguientes indicaciones ampliadas de vacunación contra el sarampión para personas que residan o transiten en los municipios de las Regiones Sanitarias V,VI, VII y XII de la Provincia de Buenos Aires:

Niños de 6 a 11 meses de vida: deben recibir una dosis de vacuna doble viral o triple viral (“dosis cero”). Esta dosis no tenida en cuenta como esquema de vacunación de calendario.

Niños de 12 meses: una dosis correspondiente al calendario.

Niños de 13 meses a 4 años inclusive: deben acreditar al menos dos dosis de vacuna triple viral.

Mayores de 5 años, adolescentes y adultos: deben acreditar al menos dos dosis de vacuna con componente contra el sarampión (monovalente, doble o triple viral) aplicada después del año de vida o confirmar a través de un estudio de laboratorio la presencia de anticuerpos contra sarampión (serología IgG+ contra sarampión).

Quienes nacieron antes de 1965 son consideradas inmunes y no deben vacunarse.

Mujeres embarazadas y personas inmunosuprimidas no debe recibir vacunación con doble o triple viral.

Se desaconseja viajar hacia un área con transmisión del virus de sarampión a las embarazadas sin antecedentes comprobables de vacunación o sin anticuerpos contra el sarampión y los niños menores de 6 meses puesto que en ellos la vacuna triple viral está contraindicada y es el grupo etario de mayor vulnerabilidad.

Para más información, ingresar al micrositio del Ministerio de Salud dedicado al sarampión.
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